El 2017 se presenta como un buen año para comprar una vivienda.
Por un lado nos encontramos con un Euribor en cifras negativas, lo cual disminuye el importe total de las hipotecas, y por otro lado se mantendrá el aumento de las ventas que ya empezó en 2016. Claramente sube la demanda pero no la oferta por lo que los stocks se acaban y los precios terminarán subiendo.